¿Crees que las protestas contra
la reforma incidieron sobre la imagen del gobierno?
Creo que la gestión de Raúl está
mal comunicada, que es un poco donde se apoyó la oposición y el sindicalismo para
protestar. Hay un modelo de comunicación fragmentado y desordenado, con idas y
vueltas, entonces da la idea de improvisación, que es justamente el perfil
opuesto al que tiene Raúl, el de alguien que planifica. Además, creo que se
debería mejorar la coordinación de sus voceros.
¿Podrías dar algún ejemplo de
esto último?
Si, que el gobernador en persona anuncie
que no habrá aumento salarial, teniendo un ministro de Hacienda para hacerlo, le
hace pagar a él la totalidad del costo político. No creo necesario exponer a la
más alta autoridad tan livianamente, sino a sus ministros, que no son pocos.
¿Y el modelo de comunicación de
la Capital?
No sé si podemos hablar de un modelo
de comunicación a escala municipal porque los organigramas son más chicos, lo
que sí veo es que Gustavo tiene un tacto social que lo diferencia. Creo que tiene
una percepción muy fina del clima o humor social, entonces no hay palabras de
más ni de menos, es una comunicación equilibrada.
Trascendió en las redes sociales
el nombramiento de una militante de Cambiemos como funcionaria del gobierno
provincial ¿cómo lo interpretas?
Creo que generó un cortocircuito
en la cadena de mérito del justicialismo, son gestos que hay que cuidar, hay
que minimizar las polémicas.
¿Como ves a la oposición en el
plano nacional?
Creo que Cambiemos tiene una oportunidad con Larreta. El
tema de la pandemia le dio proyección nacional y logró un volumen de agenda
pública importante. Por otra parte, al mostrarse cerca de Alberto Fernández y
Kicillof moderó su imagen y creo que logró un posicionamiento en el electorado
centrista, algo imposible para Macri. En lo personal, lo de Larreta creo que es
un riesgo calculado que asumió el Presidente para ampliar su base de apoyo en
el contexto de la pandemia.